lunes, 31 de octubre de 2022

No hables con las esferas de fuego. Por Ugly Bastard

Viviendo cerca de cerros en el desierto, mi madre acostumbraba lavar por las madrugadas, ya que era la hora donde había más agua para enjuagar la ropa decía mi madre y como toda zona donde hay desierto y ninguna alma se escucha alrededor, podría ver lo que nadie más creía, sombras que pasaban y salían de las casas, risas de niño del parque de enfrente, como se movían los columpios y se escuchaban las piedras que se movían por la grava que tenía la tierra, pero nada de eso era más sorprendente que ver las esferas de fuego en los cerros.

Grandes llamaradas que parecían que se incendiaban, parecían que se movían lento y a veces rápido.

En mi ignorancia que no era ignorante y sabía que era le preguntaba a mi madre: ¿que son esas cosas, son brujas? Y ella respondía: no hables con las esferas de fuego, ellas te escuchan y si les hablas o las invitas, vendrán y querrán estar contigo.

Yo con más valentía que con miedo, le preguntaba si era real y me contaba que su padre, mi abuelo, bajaba a las brujas con los rezos y con más cosas que no quisiera compartir, pero sé que ustedes saben de qué cosa hablo, él decía que las bajaba porque en la zona de monterrey donde Vivian, se acostumbraban a ver eso, a que faltara el ganado o que los hombres se volvieran locos por mujeres que no existían. 

Contaba con admiración y miedo como mi abuelo salía con su machete a pelear con ellas para que el lugar donde vivía no tuviera falta de animales ni problemas porque se acostumbraba entre los vecinos desear el mal a otros, entonces recurrían a eso, a pagar servicios para dejar sin nada a sus vecinos.

Ella me contaba en esa madrugaba que mi abuelo estaba un poco loco y que no sabía que le pasaba en su cabeza, que una vez le pregunto a su padre porque Salía y él decía: tengo que proteger a mis animales y a mi familia, perdí un tío por culpa de una mujer que le hizo un trabajo, no la amo y ella dijo: a las 12 va cantar el gallo y tú vas a cacaraquear, ignorando la advertencia de aquella mujer el tío de mi abuelo no hizo caso, a las 12 canto el gallo y se cumplió lo que prometió aquella mujer, su familia sin más remedio busco una salida para el pero nadie pudo ayudarlo y cuando en ratos tomaba su conciencia termino con su vida…

A los hermanos de mi madre también se los quisieron robar esas esferas de fuego, cada que salía mi abuelo, mi abuela se encerraba con sus hijos en su pequeño cuarto donde Vivian y se ponían a rezar mientras allá afuera todo eso pasaba.

Mama me contaba todo lo que la familia había pasado en ese lugar, las cosas que se veía, los animales desaparecidos, las cosas que se escuchaban y como yo nunca he sido un escéptico creí cada palabra.

¿Mientras me contaba se escuchaba como chiflaban y me decía mi madre, escuchas ese ruido? Y le respondí que sí, que si sabía que era

Ella me decía: te están hablando, sintieron tu curiosidad de hablar, ¿quieres invitarlas? ¿Quieres hablar con ellas?

Le dije que no, que era mejor quedarme acá con ella, no tenían nada que ofrecerme ni el oro más puro ni la plata más brillante, nada puede ofrecerme que Dios no me haya dado, sonrió y me dijo: mencionaste a Dios y ahora mira cómo se ponen.

Las esferas parecían que habían sentido agua fría o que se querían apagar pues iban de un lado a otro con mucho ruido y viento, enojadas de que había mencionado a Dios, pensando que me tentaban con lo que me ofrecían, pero no hay nada ni nadie que pueda ofrecerme por mi alma, solo Dios puede comprarme.

Pero ese es otro tema seguía hablando de cómo se venía un aire fuerte y como esas bolas de fuego iban de un lado otro por los cerros, se escuchaba como los árboles se movían y como la tierra se levantaba, como chiflaban y todo lo que pasaba era surrealista, pensé que había pasado demasiado tiempo, pero no fue más que 2 minutos todo ese relajo que pasaba.

Después de tanto relajo, todo se calmó, desaparecieron y no las volví a ver en ese cerro esa madrugaba, mama me dijo que se fueron porque no quise ir ni tampoco acepté a invitarlas.

A veces recuerdo lo que viví con mi madre, lo que escuche, lo que vi, lo que me enseño y lo que aprendí, siempre mantén tu fe decía pues es la única que te alejara de todo lo malo, no aceptes nada de lo malo y reza a Dios que te salve de lo malo, ahora entiendo a que se refiera todo eso, nunca me imagine como repercutiría en mi vida esas palabras hasta días después que me tope al Charro Negro, pero eso será otra historia.

Ugly Bastard  


jueves, 27 de octubre de 2022

La esquizofrenia y el autismo como respuesta al mundo moderno. Por Cráneo Negro

Esquizofrenia: La esquizofrenia es una enfermedad mental grave. Se trata de un desorden cerebral que deteriora la capacidad de las personas en diversos aspectos psicológicos como el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad. Precisamente por su carácter degenerativo y porque se observó que se iniciaba en edades muy tempranas, se la denominó «demencia precoz» durante un tiempo. Luego se sustituyó esta denominación por la de esquizofrenia, como la llamamos actualmente, y que etimológicamente significa «mente escindida». Con este término, se quería subrayar las alteraciones en el pensamiento que presentan estos pacientes. La esquizofrenia es una enfermedad que presenta muchos y variados síntomas, pero ninguno es específico de ella, sino que también pueden estar presentes en otros trastornos mentales. Además, los síntomas en su mayor parte son subjetivos, es decir, sólo el paciente los experimenta, con lo cual no pueden ser comprobados.

Autismo: Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de afecciones diversas. Se caracterizan por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación. Otras características que presentan son patrones atípicos de actividad y comportamiento; por ejemplo, dificultad para pasar de una actividad a otra, gran atención a los detalles y reacciones poco habituales a las sensaciones. Las capacidades y las necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar con el tiempo. Aunque algunas personas con autismo pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida. El autismo suele influir en la educación y las oportunidades de empleo. Además, impone exigencias considerables a las familias que prestan atención y apoyo. Las personas con autismo presentan a menudo afecciones comórbidas, como epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad, y comportamientos problemáticos, como dificultad para dormir y autolesiones. El nivel intelectual varía mucho de un caso a otro, y va desde un deterioro profundo hasta casos con aptitudes cognitivas altas.


Al llevar a cabo está revisión a grandes rasgos de estos dos aspectos, es para desarrollar en el lector una pequeña imagen, la cual vamos a retorcer y sobreponer con diferentes capas y concepciones hasta darle una perspectiva mucho más moderna y adaptada a no solo la enfermedad mental, si no a nuestra conexión con el espacio tecnológico. En la entrega anterior (que agradecido me encuentro con haber contribuido en Proyecto Soma) hablamos sobre la relación ciberfisicosocial que existe en el individuo moderno con las nuevas tecnologías, dicha relación tiene aspectos particulares para cada eslabón de la sociedad tecnológica moderna, tocamos el tema de sus divisiones y hoy me quiero enfocar en la última, “las fallas”, que en todo caso veremos cómo los autistas y esquizos modernos. 

Para muchos de los controlados y controladores engendrados por el sistema, las fallas son elementos nocivos a los cuales tener que controlar o mantener a raya, pues para sus adentros rompemos con la visión que la madre a sobrepuesto sobre ellos, siendo endiosados y consumiendo la basura que los controladores les ofrecen como medio de satisfacción inmediata y que le llega a su vida como placebos que no calman el mal.

Es aquí cuando se menciona lo que ambos gérmenes de esta modernidad nos ha dado, una visión completamente diferente a la que puede tener el consumidor, es justamente esta visión diferente la que nos dio la oportunidad de seguir viviendo y haciendo cosas medianamente funcionales para esta sociedad, pues nuestra participación delimitada nos ayuda a no imbuirnos en todo lo que el sistema representa, pues para la modernidad, cosas tan simples, como el amor, el sexo, la sabiduría y la muerte, son elementos a los cuales se les saca un beneficio económico, se nos ha visto como materia prima y explotadores, en pos de las necesidades de unos cuantos, y es aquí cuando el autista, apto para ser líder de sí mismo y de su existencia, dice basta y con los medios que el sistema pone de manifiesto, permea la realidad con su perspectiva, con los dibujos y escenas dantescas.


En el último tiempo la concepción de todos estos elementos han venido de la mano de Nick Land y otros autores que veían este aspecto apocalíptico basado en todas estas novelas de ficción, con agentes tecnológicos, drogas, sexo y prostitución, pero desde nuestra perspectiva, es abordada esta cuestión fundiendo ambas, sin un concepto político tangible y real, al menos desde estos momentos, en los que el poder pasivo solo calla nuestras voces, de ahí que nuestra intención vaya imbuida en varias capas distantes unas de otras, cosas que ya mencionamos antes en Cráneo Negro en el texto “Realmente soy un NPC” donde damos las herramientas para hacernos pasar por otro elemento masa de esta sociedad moderna, cosa que complementamos en el “Simposio de un NPC”, aquí nuestra idea es tomar todo tipo de vanguardias, artísticas y filosóficas, pues a ojos del sistema somos herramientas de producción, carentes de sentimientos y potenciales criminales seriales, pero puede ser cierto y no, depende de la falla, del entorno, nuestra resolución recae en tomar el día como un elemento particular y alejado del aspecto que le dan los teóricos y cualquiera que genere una visión moderna, crear nuestros propios conceptos, jugar con las nuevas inteligencias artificiales, cometiendo el suicido artístico, tomando las pinturas del rancio burgués y volviéndolas la prostituta más deplorable, convirtiéndonos también nosotros en los hippies espirituales, sin caer en sus tentativas, modificando sus ideas y conceptos con desinformación proveniente de nosotros mismos, dicha información tendrá que ser convenientemente sobrepuesta con la que ellos tienen por la educación con la que han llevado su vida.

(En pos de continuar con mi alegato, al menos para no sobresaturar este tratado, lo continuaré en Cráneo Negro, espero le den seguimiento.)

martes, 25 de octubre de 2022

El misticismo de la mariposa negra. Por Ugly Bastard

El misticismo de la mariposa negra viene desde antes y, en mi niñez y juventud había escuchado esa “leyenda” de la cual, la más conocida era que siempre alguien iba a morir cuando la veías, cuando se paraba en la casa de alguien, siempre estaba relacionada con la muerte.

Recuerdo que antes de que mi madre falleciera, siempre había una mariposa negra en la casa, por más que las mataba, ahuyentaba o cualquier cosa que hiciera, regresaban.

Sabía que había una leyenda detrás y como un inepto hablaba con ella y le preguntaba: dime que no sea mi madre, no te la lleves a ella, no anuncies su muerte por favor, no sabría qué hacer, no sabía que podía decirle para que no fuera ella, pero ella solo se paraba enfrente de la pared cuando fumaba, confirmándome que iba a ser mi madre.

Como muerte anunciada, días antes de su fallecimiento seguía hablando con la mariposa y le decía: márchate lejos, no tienes nada que hacer aquí pues todos estamos bien y mi madre es fuerte, saldrá de esta… Que imbécil fui, miraba los ojos de mi madre y mi madre se despedía de mi con tristeza, sabía que no tenía lugar a donde parar, a donde ir, a donde llegar, lugar que llamar hogar…

Aceptando el destino y su llamada, hablé por última vez por con ella y le dije: si estas anunciando el fin de mi madre sólo no te pares aquí cuando ella se vaya, quiero que se vaya en paz, pagó sus pecados con su dolor, con mi ignorancia, con mi estupidez.

Creo que ella aceptó eso y se marchó por dos días, no se volvió a parar, días después mi madre se marchó en paz y me dejó aquí, aún recuerdo las charlas con la mariposa donde le rogaba que no fuera ella y aguantara un poco más, pensé que era una leyenda o en mi ignorancia, mierda que había inventado la gente pero… era real pues desde días se paraba una adentro de la casa y por más que la alejara nunca se marchaba… 

Creo que eso me preparó un poco para despedirme de ella pero a la vez aceptar la paz que mi madre necesitaba…

Gracias por dejarme despedirme, por decirme que pronto se iba, por darme un último a Dios a quien me dio la vida y quien pronto anunciará mi fin cuando mi corazón falle, cuando mis pulmones les falte el aire, cuando mi mente se canse y cuando ya no pueda despertar de ese sueño tan profundo cuando descanse.

Ugly Bastard 


jueves, 20 de octubre de 2022

Santa Bárbara (Capítulo 1). Por (Charly) G.S.

- Mami, ¿tú también me amas?
- Claro que si cariño, ya paso

Podría ser muy tarde para decirte, lo mucho que alguna vez sentí por ti, es algo tarde . . . o solo un poco?
Ya no recuerdo como fue aquel pequeño momento de gloria cuando vi tus ojos apagarse cuando tu falda estaba rasgada y ambos no sabíamos quién te había hecho aquello.
Aunque si recuerdo el llanto de ese pequeño bastardo que te hizo abrir los ojos.

- Fue hace tanto tiempo.
~ No tienes por qué sentirte así, fueron palabras vacías sabes, ira de un devastado hombre lleno de confusión.
- Sabes bien quien dijo esas palabras, cualquier tipo de aliento que podrías darme murió cuando desapareciste después de que intente decirte algo.
~ Pero el espejo estaba roto y claramente no viste con claridad nada de lo que pasaba a tu alrededor.
- A veces no sé cómo he vivido contigo tantos años, es solo una horrible sorpresa el que estés aquí, podrías estar en cualquiera de estos agujeros.
~ Y aquí estoy sin embargo, solo esperando cuando decidas asesinarme, tú sabes que mi vida y la tuya, con vida, solo significan sufrimiento.

Su silueta delgada, dibujaba una sombra de cruzaba por sobre la mi propia sombra frente a una enorme roca con inscripciones que reflejaban cosas que no eran ciertas, de épocas que ya no volverán. Esa delgada sombra que me cubría parecía agacharse y fundirse con la mía, después de eso solo sentí sus labios rozar mi mejilla y tambaleantemente poco a poco culminar en un suave beso que se sentía como una muestra efímera pero eficaz de confort en un día donde todo pareciera que sería lluvioso.

Volviendo a casa e intentando desenfocar pensamientos presentes desde hace tiempo entre la música, pude sentir un olor químico, y un vislumbrar nubloso que recorría el vehículo, sin poder llamar a nadie y sin moverme, solo intentando andar torpemente, un pedazo de basura que apenas pudiera decirse que es funcional. No podía decir ni una palabra ante las voces desesperadas que parecen querer sacarme de ahí, no sabía realmente donde estaba mi mente, mi cuerpo o si quiera mi persona.

~ Precioso, al fin pudiste abrir esos ojos.
- No es la situación en la que estaba hace unos instantes, y esto tampoco se siente como la cama en la que suelo despertar.

Alguien parece abrir una puerta de la que mi mala visión no se percata que era una puerta anega a las que conozco, es una figura madura quien asomaba lentamente, rápidamente el pánico poco a poco es el que empieza tomar forma y se adapta a la forma de mis nervios, sintiendo ese cosquilleo tan peculiar cuando quizá vislumbras que serían tus últimos momentos con vida, dignidad o alguna extremidad. Y sin embargo, para cuando pude sentir mis gafas en la pequeña mesa de noche a lado de esa cama de metal vieja, la silueta ya estaba demasiado cerca.

- Disculpe, usted ya había despertado, y quería asegurarme que tuviera una contusión o se ahogara con su vomito.
-  ¿Tan mal me veía antes de llegar aquí?
~ No tienes idea de cuanto, pero este hombre y su hermano fueron quienes te sacaron de ese ataúd de metal. Aunque no un ataúd que albergara un muerto, no uno del todo.
- Así es, de hecho usted parecía que estaba viendo a la muerte en sus ojos, al principio quedamos asustados por la expresión de su rostro. Como si hubiera muerto y antes de morir viera algo por el vidrio que lo dejara parapléjico, sin embargo notamos su respiración agitada, y supimos que teníamos que ahí no debía de estar entonces, hicimos lo que pudimos para sacarle de allí.

- Me imagino que coche . . . ¿Cierto?

- Si y por lo que vimos del automóvil tal parece ser que fue un milagro usted no allá muerto.

~ ¿Lo llamas un milagro eso? Con los pesares por los que este hombre me hace pasar cada noche, creo que le hubiera gustado morir ahí.

- Si quizá fue una suerte no haber muerto, pero ¿qué tan lejos estoy de la ciudad?

- Lejos, bastante lejos como para ser extraño no tener en cuenta en donde se encuentra – soltó una pequeña risa honesta que denotaba una extrañeza ante mi pregunta. -

- Bueno, déjame replanteártelo ¿En qué estado me encuentro?

- Estamos rumbo a la frontera, aquí todavía es Sonora, pero no estamos tan lejos de Arizona, le digo, es muy lejos de la ciudad, si es que a la Ciudad de México se refiere, como para no tener en cuenta donde esta o estaba, un choque de esa magnitud es algo que aturde a cualquiera, por suerte no pertenecemos a ninguna de las bandas locales que están con el crimen, si no, no sé qué sería de usted.


- Gracias, pero creo que estoy algo lejos de donde creo debería estar, debo tomar mis cosas e irme, recuerdo traer algo de efectivo, solo dígame como llego a la central de autobuses más cercana.

- Yo con gusto, le ayudaría, pero a decir verdad a esta hora ya no hay camiones que salgan de la central, lo que puede hacer es descansar y mañana le diré como llegar.

- Le agradezco, y tomare su recomendación entonces.

Después de ese instante en el cual pude aclarar un poco aquella situación, el joven se iba del cuarto y apagaba la luz, me recosté boca arriba mirando las vigas de madera del techo de aquel cuarto seco y extraño en el que reposaba sin realmente saber si algo tan absurdo y extraño es que fuese real.

Antes de despertarme al día siguiente, tuve una pequeña imagen visual sobre una vieja casa que se quemaba, parecía ser en una zona árida, algo similar a donde me encontraba, con los vientos soplando sobre los pequeños arbustos secos que se extienden por doquier, si en ese lugar no estuviera la casa de quienes me recogieron y estaría vagando por ese yermo, quizá me habría entregado a la muerte ya, y solo estaría esperando bajo el sol a que algo me devorara y mi cuerpo otorgara su última vitalidad para ser tomado por este desierto.

~ Oye precioso ¿es algo temprano no crees? Incluso esta gente de campo no se levanta tanto antes del alba, son las 4 de la mañana por favor vuelve a la cama, aquí las noches son muy frías y también las madrugadas.
- No tengo sueño, además quiero recibir el calor que hace aquí gradualmente, si no este día será insoportable.
~ Esta bien, pero no te vayas a . . . espera, ¿estas fumando de nuevo? Sabes lo que esa cosa me provoca.

- Si, provoca que estés tranquila para mí, que tu voz resuene un poco menos cuando me regañas.

~ Sabes bien que odio su olor y lo que te hace, sé que vivir no es tu actividad favorita después de lo que paso pero si quieres morirte al menos que sea rápido y no para sufrir viendo cómo te matas.

- Solo fue uno, y hace frio, necesitaba este cigarrillo o estaría ligeramente paranoico.

~ Okey, volveré adentro y te esperare, te quiero.

Lo había dejado desde que la conocí a ella, aunque realmente fue un poco después, ya que en las primeras veces que terminábamos en la cama de algún hotel me gustaba prender uno, y fumábamos juntos, pero ella, un día que se fue la luz y encendimos una vela, antes de ir a dormir y apagarla, ella no pudo apagarla y empezó a preocuparse por la fuerza de sus pulmones, cosa que le genero paranoia desde ese día y absolutamente cada rastro de humo de cigarro lo odiaba y quería hacer vomitar, yo seguí fumando, solo cuando manejaba, pero extrañaba mucho mirar su rostro después del sexo cubrirse por las formas del humo, y ver como entre esa neblina tomaba mi cigarrillo de mi mano para inhalar una bocada con sus labios rojos, mientras cerraba sus ojos y se hacía parte de aquel velo de humo que nos envolvía.

Continuará...

(Charly G.S.)

martes, 18 de octubre de 2022

La constante de la vida. Por Jacket

No creo que sea posible o conveniente mezclar la naturaleza con tecnología debido a la naturaleza de ambas. 

Partiendo del ser humano y que éste crea tecnología para sobrevivir mejor ante la naturaleza y darse comodidad. La naturaleza y su indiferencia ante cualquier forma de existencia, siendo un sistema por sí mismo donde la vida está por encima de todo, y el fin de sobrevivir justifica cualquier medio.

Ahora, el hecho de que tengamos que unirnos en sociedad o en grandes grupos muestra nuestra dependencia de los unos a los otros y como la naturaleza es dañina por sí misma. Cualquier ser vivo que sea expuesto ante la inmensidad de la naturaleza y su indiferencia sin apoyo de nadie más que de sí mismo, será devorado tarde o temprano.

De allí ese surgimiento del "amor", la protección e interés de los nuestros a través de la sangre y la especie. El traspaso de conocimientos, refugio, atención de necesidades básicas.

Lamentablemente éste chiste de mala gana se extendió más de lo necesario, hasta el día de hoy.

Interconectados.

La probabilidad de nacer como un peón, en las situaciones más bajas es lo más probable, forzándonos a servir a otros, entregar nuestras horas, nuestro desgaste o estrés mental-físico. Nuestro concepto de humanidad y humano es un teléfono descompuesto que las generaciones han pasado de manera errónea, y seguirán pasándose.

Creemos que vivir es una economía, ser parte de un Leviatán y contribuir más al égregor, que todos alimentamos y continuamos contribuyendo a él en vez de destruirlo por los daños que nos causa. Todo aquello que consumamos, debido a nuestra naturaleza de cachorros (bebés) todo aquello que consumamos o se nos sea expuesto será una conducta a asimilar-aprender. Eventualmente nos toparemos con que muchas de las cosas que hemos aprendido son erróneas, o por el otro lado, son las más replicadas.

Han manipulado nuestra convivencia social, nuestras relaciones sociales, nuestro lenguaje, lenguaje corporal, maneras de pensamiento, procesamiento de ideas, prioridades físicas, prioridades básicas, prioridades personales o íntimas (propósitos), nos mostraron cómo debe vivir un niño, y nos alimentan con juguetes. Nos mostraron cómo debe vivir un adolescente, y qué cosas debe probar, o qué es lo que los demás prueban o experimentan y así están "conectados". Nos mostraron cómo debe vivir un adulto, y se nos prepara desde que la memoria tiene sentido para ello, adaptándonos o muriendo si es que no obedecemos al pie de la letra.

No nos dan un instructivo literalmente paso por paso.

Pero el hecho de que el égregor tenga tanta influencia social, influya en la atención que recibe un ser humano, y explote sus debilidades íntimas psicológicas o químico-neuronales para hacerlo rey del mundo por unos minutos, prometiendo a otros conseguir lo mismo, ya es en sí un agravatorio y una muestra de la poca carencia de voluntad que tenemos ante el mundo. Esto no es una guerra de hombres contra hombres, compitiendo por ver quién tiene más fama, más dinero, más status y oportunidades. Esa es la guerra falsa que nos han vendido para entretenernos luchando entre nosotros en vez de darnos cuenta quién impone esas reglas, y que esto se trata de una guerra del individuo contra el mundo. Ante la moral de éste mundo, ante sus gustos, sus preferencias y miedos. Ante aquello que llama la atención del mundo y lo cautiva en el instante, ante SU código moral, no el nuestro (o el tuyo).

¿Por qué no podemos matar, robar, violar?

Personalmente comprendo el contexto de dónde viene ésta prohibición de actos, sé por qué se creó y cómo todos necesitaban de una armonía continua donde el Estado (Papá) protegiese a sus hijos y les hiciese sentir seguros, para que la gente en general no abandonase la misma. O por el otro lado, aquél líder que tocase el punto máximo, fuese lo suficientemente responsable como para proteger y cuidar a su propia gente, velando por el bien superior de todos.

Sin embargo, en el Estado es distinto.

¿Cómo vas a negarte a tener un seguro médico, ser protegido de delincuentes, asesinos, violadores?¿Cómo vas a negar de tu propia salud, o garantía de tu bienestar? ¿Viéndotelas completamente sólo, sin recursos ni oportunidades para defenderte? Éste es un sentimiento meramente infantil si lo vemos desde una metáfora de niño a adulto, al necesitar de la comida y refugio que nos da una madre o un padre.

Se me haría un tanto lógico entonces que el siguiente paso del individuo, así como pasó de ser un niño a un verdadero hombre, sin necesidad de sus padres, el de ser ciudadano, a ser nómada, sin necesidad del estado, o líderes. Ser él mismo su propio líder, siendo completamente responsable de sí mismo.

Pero claro, esto sería en el caso de que éste individuo no tuviese ninguna pasión en común con la sociedad en general y sus intereses sean tan distintos que sea visto como un alien, por sus extranjeras pasiones.

En el caso de aquél que quiera destruir éste enorme monstruo, o detener los engranajes y los pilares que constituyen su prisión, tendría sentido quedarse, aprender de éste, sobrevivir en él, ser capaz de cargar con los actos que le haría a su propia especie en daños colaterales por un bien mayor, sacrificando lo necesario.

Promover un nuevo Ted Kaczynski es un acto egoísta para la persona que seguiría ese ejemplo, al sólo velar por sí mismo y no entregarse por el bien superior de la humanidad.
 
Y como mencioné a Kaczynski y éste artículo tiene influencia directa de él, es lógico que alguien critique directamente al tío Ted.

Pero hablamos de algo superior a un tiempo de vida de 80 años (tiempo promedio actual del ser humano), hablamos algo que trasciende arriba de 3 o 4 generaciones, algo que no veremos, pero al paso que se lleva, es lógico que llegaremos allí.

Por un lado, tenemos el ignorar las advertencias, continuar con nuestras vidas y "disfrutar" el presente, enfocarnos en nuestras sensaciones externas, emociones internas, salir adelante, tragarnos esa épica del sueño americano donde si te esfuerzas lo suficiente, obtendrás la felicidad (libertad financiera, casarse, ser reconocido, etc.)

Pero seamos francos, ¿qué clase de aspiraciones tenían nuestros antepasados? Ellos no pensaban en ser libres financieramente, en no tener que trabajar, o conseguir el suficiente dinero para poder tener una familia, y hacer que sus hijos sigan adelante y no sufran por los difíciles momentos que ellos pasaron.

También habrá gente que criticará a los Griegos, Romanos, etc. diciendo que las circunstancias no son las mismas, y no podemos compararnos con ellos por algo que ya sucedió. Enfocarnos en el ahora, en el presente. Porque las guerras ya acabaron, porque hemos aprendido de nuestros errores como especie y ya no hay más, o no habrá más conflictos. 

Sí, en el contexto tienen razón, pero lo que no ven es lo que hay y siempre habrá dentro del ser humano como animal.

Ellos reconocían al ser humano como parte de la naturaleza y una extensión de ésta, siendo el dolor, esfuerzo o sufrimiento una constante que venía incluida en la experiencia de ser un ser vivo. Admiten que existe el dolor y no reniegan de él. No utilizaban escapes de la realidad para sus angustias, más se enfocaban en la virtud. Ni caer en carencia, ni tampoco en exceso. Quizá su sistema de valores en la actualidad nos hubiese llevado a un camino más recto, donde intentarían mantener el avance tecnológico a raya, priorizando la naturaleza y la armonía de todos los seres biológicos.

¿Y si eran tan buenos, por qué murieron?

Porque la vida es un ciclo. Todo lo que tiene un inicio, tiene un final. Nosotros también lo tendremos, esto lo tendrá. Es natural.

El verdadero coraje está en que a sabiendas de que todo lo bueno que hagas caerá o será destruido, hacerlo aun así, para querer inmortalizarlo o darle un chispa al alma, haciendo que ésta arda.

Los antiguos tenían mucho de esto, al haber mucho qué explorar a su alcance, con su respectivo esfuerzo. Tenían más posibilidades, y por ende desarrollaban aún más pasiones o había una tendencia a haber más pasiones. 
 
Nuestro progreso también es deshumanización, alejamiento y escape de lo que no podemos escapar. Es buscar confort o aislamiento del dolor, quitándonos toda virtud que podamos tener.

Es un alejamiento de la metáfora de Sísifo, donde el esfuerzo era constante, era diario, y la necesidad de un propósito o deber era la cúspide del alma humana, al nutrirla y mantenerla con vida.


Quitar el dolor es quitar la voluntad por encima de éste, y eliminar el concepto de esfuerzo.

El esfuerzo es lo que nos hace humanos, y nos diferencia de un animal, tenemos alma racional, a diferencia de aquellos que poseen alma sensitiva, o vegetativa.

El esfuerzo requiere una voluntad, una intención, y la seguida de esfuerzos constantes nos da la disciplina. Éstos 3 conceptos siempre significarán empujarse más allá de los límites que uno ya conoce, por ende, ser capaces de tener límites, o percibir dolor.

Jacket

martes, 4 de octubre de 2022

Sobre los movimientos políticos. Parte II: La derecha. Por Kruttz.

En el capítulo anterior, discutí el tema de los movimientos políticos de “tercera posición” actuales, sin embargo, no esperaba que me dieran la razón tan pronto con sus acciones: literal un grupo de menos de veinte ancianos yendo a cantar el himno nacional frente a la catedral metropolitana mientras dos recreacionistas hacían cosplay de soldadito y uno más se ponía a tratar de “marcar compás” con la mano, imitando de forma ridícula a un maestro de música de secundaria. Todos marchando con la bandera como si fueran parte de la escolta escolar.

Pero hay un grupo de gente que es todavía más vomitiva, posiblemente relacionada con los mal llamados tercerposicionistas: los derechistas políticos en general.

La derecha reaccionaria, el títere guiñol perfecto que baila al ritmo del titiritero, cuyo brazo tienen hasta lo más recóndito del trasero: los empresarios, los políticos y la iglesia. Monos con traje de soldadito que tocan los platos al son que les pongan, leña mojada directamente puesta en la llama extinta.

Se que los has visto, aunque sean escasos siempre hay un amigo así en cada grupo, imagínatelo:

Enclenque, pero le encanta fingir que hace ejercicio, o se siente muy combativo tomándose fotos con armas de airsoft y equipo táctico comprado en MercadoLibre, pero que en una situación de peligro será el primero en correr antes de pelear. 

Piel color cartón, pero siempre se sentirá español, o abanderado de occidente, férreo defensor de las culturas europeas, aunque su cráneo compacto, su piel oleosa y su nariz corta gritan CAMBUJO u otra casta que, si España dominara, sería el peldaño más bajo de la pirámide.

“Católico apostólico y romano”, al menos de nombre, porque ni siquiera tiene completos los sacramentos ni conoce al menos la doctrina de la religión que dice profesar, repite como imbécil que es un soldado de dios y soñaría ser un caballero cruzado (véase el primer punto). Estoy seguro de que el mismísimo Cristo [que, por cierto, fue un revolucionario agitador] le escupiría en el rostro y en su farisaica conducta al verlos defender una institución que desde hace mucho abandonó sus mismos principios en pos de alcanzar a más gente. *Puntos extra si les preguntas que opinan de la infalibilidad papal.

Terriblemente privados de afecto femenino, pero lo justifican con que el sexo premarital "es pecado" (ver punto anterior) o si no, por ser MGTOW o seguidores de Jordan Peterson.

Absoluto partidario de los gobiernos neomacartistas que buscan someterlo, porque no hay más grande lamebotas que un derechista. En pos del orden no le importará defender a un gobierno que mate estudiantes de su edad, o que reprima revueltas populares a punta de bayoneta, siempre y cuando “defiendan la familia tradicional”, no importa que los que están en el poder lo vean como una cucaracha más para pisar a fin de ganar plata justificándose en que “hay que vencer al horror rojo” aunque dicho horror se murió con el siglo pasado.

Cercanamente ligado al punto anterior, terminan siendo creyentes del libre mercado, siempre apoyaran medidas gubernamentales que le den en la madre a su propia forma de subsistencia o de sus familias, aun si son niños pendejos que nunca han tenido que trabajar en su vida o godinez miserables que abrazan la narrativa de que algún día serán millonarios, aunque no levanten un dedo para siquiera dejar de ser esclavos asalariados y poner un negocio propio.

Esta gente no tiene un ápice de esperanza, son casos perdidos. Más allá de simple gente confundida, son enemigos.

Al final, por mucho que defiendan la cristiandad, los valores tradicionales, el “orden y el progreso” y a las figuras de autoridad del siglo XVIII, por más “reaccionarios” que se consideren y canten a los cuatro vientos que evitan las drogas y los vicios, siempre resultan ser los más degenerados entre los degenerados: otakus obsesionados con monas chinas, masturbadores compulsivos, homosexuales de closet, pederastas potenciales y aspirantes a políticos que no dudarían en vender a sus madres por un poco de reconocimiento, fama y poder.

Históricamente lo han hecho, no hay motivo para creer que cambiarán con las épocas.

Kruttz