No creo que sea posible o conveniente mezclar la naturaleza con tecnología debido a la naturaleza de ambas.
Partiendo del ser humano y que éste crea tecnología para sobrevivir mejor ante la naturaleza y darse comodidad. La naturaleza y su indiferencia ante cualquier forma de existencia, siendo un sistema por sí mismo donde la vida está por encima de todo, y el fin de sobrevivir justifica cualquier medio.
Ahora, el hecho de que tengamos que unirnos en sociedad o en grandes grupos muestra nuestra dependencia de los unos a los otros y como la naturaleza es dañina por sí misma. Cualquier ser vivo que sea expuesto ante la inmensidad de la naturaleza y su indiferencia sin apoyo de nadie más que de sí mismo, será devorado tarde o temprano.
De allí ese surgimiento del "amor", la protección e interés de los nuestros a través de la sangre y la especie. El traspaso de conocimientos, refugio, atención de necesidades básicas.
Lamentablemente éste chiste de mala gana se extendió más de lo necesario, hasta el día de hoy.
Interconectados.
La probabilidad de nacer como un peón, en las situaciones más bajas es lo más probable, forzándonos a servir a otros, entregar nuestras horas, nuestro desgaste o estrés mental-físico. Nuestro concepto de humanidad y humano es un teléfono descompuesto que las generaciones han pasado de manera errónea, y seguirán pasándose.
Creemos que vivir es una economía, ser parte de un Leviatán y contribuir más al égregor, que todos alimentamos y continuamos contribuyendo a él en vez de destruirlo por los daños que nos causa. Todo aquello que consumamos, debido a nuestra naturaleza de cachorros (bebés) todo aquello que consumamos o se nos sea expuesto será una conducta a asimilar-aprender. Eventualmente nos toparemos con que muchas de las cosas que hemos aprendido son erróneas, o por el otro lado, son las más replicadas.
Han manipulado nuestra convivencia social, nuestras relaciones sociales, nuestro lenguaje, lenguaje corporal, maneras de pensamiento, procesamiento de ideas, prioridades físicas, prioridades básicas, prioridades personales o íntimas (propósitos), nos mostraron cómo debe vivir un niño, y nos alimentan con juguetes. Nos mostraron cómo debe vivir un adolescente, y qué cosas debe probar, o qué es lo que los demás prueban o experimentan y así están "conectados". Nos mostraron cómo debe vivir un adulto, y se nos prepara desde que la memoria tiene sentido para ello, adaptándonos o muriendo si es que no obedecemos al pie de la letra.
No nos dan un instructivo literalmente paso por paso.
Pero el hecho de que el égregor tenga tanta influencia social, influya en la atención que recibe un ser humano, y explote sus debilidades íntimas psicológicas o químico-neuronales para hacerlo rey del mundo por unos minutos, prometiendo a otros conseguir lo mismo, ya es en sí un agravatorio y una muestra de la poca carencia de voluntad que tenemos ante el mundo. Esto no es una guerra de hombres contra hombres, compitiendo por ver quién tiene más fama, más dinero, más status y oportunidades. Esa es la guerra falsa que nos han vendido para entretenernos luchando entre nosotros en vez de darnos cuenta quién impone esas reglas, y que esto se trata de una guerra del individuo contra el mundo. Ante la moral de éste mundo, ante sus gustos, sus preferencias y miedos. Ante aquello que llama la atención del mundo y lo cautiva en el instante, ante SU código moral, no el nuestro (o el tuyo).
¿Por qué no podemos matar, robar, violar?
Personalmente comprendo el contexto de dónde viene ésta prohibición de actos, sé por qué se creó y cómo todos necesitaban de una armonía continua donde el Estado (Papá) protegiese a sus hijos y les hiciese sentir seguros, para que la gente en general no abandonase la misma. O por el otro lado, aquél líder que tocase el punto máximo, fuese lo suficientemente responsable como para proteger y cuidar a su propia gente, velando por el bien superior de todos.
Sin embargo, en el Estado es distinto.
¿Cómo vas a negarte a tener un seguro médico, ser protegido de delincuentes, asesinos, violadores?¿Cómo vas a negar de tu propia salud, o garantía de tu bienestar? ¿Viéndotelas completamente sólo, sin recursos ni oportunidades para defenderte? Éste es un sentimiento meramente infantil si lo vemos desde una metáfora de niño a adulto, al necesitar de la comida y refugio que nos da una madre o un padre.
Se me haría un tanto lógico entonces que el siguiente paso del individuo, así como pasó de ser un niño a un verdadero hombre, sin necesidad de sus padres, el de ser ciudadano, a ser nómada, sin necesidad del estado, o líderes. Ser él mismo su propio líder, siendo completamente responsable de sí mismo.
Pero claro, esto sería en el caso de que éste individuo no tuviese ninguna pasión en común con la sociedad en general y sus intereses sean tan distintos que sea visto como un alien, por sus extranjeras pasiones.
En el caso de aquél que quiera destruir éste enorme monstruo, o detener los engranajes y los pilares que constituyen su prisión, tendría sentido quedarse, aprender de éste, sobrevivir en él, ser capaz de cargar con los actos que le haría a su propia especie en daños colaterales por un bien mayor, sacrificando lo necesario.
Promover un nuevo Ted Kaczynski es un acto egoísta para la persona que seguiría ese ejemplo, al sólo velar por sí mismo y no entregarse por el bien superior de la humanidad.
Y como mencioné a Kaczynski y éste artículo tiene influencia directa de él, es lógico que alguien critique directamente al tío Ted.
Pero hablamos de algo superior a un tiempo de vida de 80 años (tiempo promedio actual del ser humano), hablamos algo que trasciende arriba de 3 o 4 generaciones, algo que no veremos, pero al paso que se lleva, es lógico que llegaremos allí.
Por un lado, tenemos el ignorar las advertencias, continuar con nuestras vidas y "disfrutar" el presente, enfocarnos en nuestras sensaciones externas, emociones internas, salir adelante, tragarnos esa épica del sueño americano donde si te esfuerzas lo suficiente, obtendrás la felicidad (libertad financiera, casarse, ser reconocido, etc.)
Pero seamos francos, ¿qué clase de aspiraciones tenían nuestros antepasados? Ellos no pensaban en ser libres financieramente, en no tener que trabajar, o conseguir el suficiente dinero para poder tener una familia, y hacer que sus hijos sigan adelante y no sufran por los difíciles momentos que ellos pasaron.
También habrá gente que criticará a los Griegos, Romanos, etc. diciendo que las circunstancias no son las mismas, y no podemos compararnos con ellos por algo que ya sucedió. Enfocarnos en el ahora, en el presente. Porque las guerras ya acabaron, porque hemos aprendido de nuestros errores como especie y ya no hay más, o no habrá más conflictos.
Sí, en el contexto tienen razón, pero lo que no ven es lo que hay y siempre habrá dentro del ser humano como animal.
Ellos reconocían al ser humano como parte de la naturaleza y una extensión de ésta, siendo el dolor, esfuerzo o sufrimiento una constante que venía incluida en la experiencia de ser un ser vivo. Admiten que existe el dolor y no reniegan de él. No utilizaban escapes de la realidad para sus angustias, más se enfocaban en la virtud. Ni caer en carencia, ni tampoco en exceso. Quizá su sistema de valores en la actualidad nos hubiese llevado a un camino más recto, donde intentarían mantener el avance tecnológico a raya, priorizando la naturaleza y la armonía de todos los seres biológicos.
¿Y si eran tan buenos, por qué murieron?
Porque la vida es un ciclo. Todo lo que tiene un inicio, tiene un final. Nosotros también lo tendremos, esto lo tendrá. Es natural.
El verdadero coraje está en que a sabiendas de que todo lo bueno que hagas caerá o será destruido, hacerlo aun así, para querer inmortalizarlo o darle un chispa al alma, haciendo que ésta arda.
Los antiguos tenían mucho de esto, al haber mucho qué explorar a su alcance, con su respectivo esfuerzo. Tenían más posibilidades, y por ende desarrollaban aún más pasiones o había una tendencia a haber más pasiones.
Nuestro progreso también es deshumanización, alejamiento y escape de lo que no podemos escapar. Es buscar confort o aislamiento del dolor, quitándonos toda virtud que podamos tener.
Es un alejamiento de la metáfora de Sísifo, donde el esfuerzo era constante, era diario, y la necesidad de un propósito o deber era la cúspide del alma humana, al nutrirla y mantenerla con vida.
Quitar el dolor es quitar la voluntad por encima de éste, y eliminar el concepto de esfuerzo.
El esfuerzo es lo que nos hace humanos, y nos diferencia de un animal, tenemos alma racional, a diferencia de aquellos que poseen alma sensitiva, o vegetativa.
El esfuerzo requiere una voluntad, una intención, y la seguida de esfuerzos constantes nos da la disciplina. Éstos 3 conceptos siempre significarán empujarse más allá de los límites que uno ya conoce, por ende, ser capaces de tener límites, o percibir dolor.
Jacket
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