Nellie Campobello
Pancho Villa es uno de los más grandes personajes
de la historia mexicana, eso ya lo sabemos, conocemos la leyenda rosa que nos
han vendido los libros de historia de las escuelas, pero Villa fue mucho más
que un personaje ultra idealizado.
La historia que se nos enseña en los
colegios, está muy filtrada y las versiones oficiales de los personajes son
versiones idealizadas en comparaciones con los personajes reales y en el caso
de Villa nos han dado una versión muy suave, que irónicamente carece de
interés, en comparación con el verdadero Villa.
¿Quién fue Villa entonces?
Un guerrero, un representante del espíritu
bandolero de los pueblos del Norte de México, el hombre a caballo con su rifle,
que no responde a mas autoridad, que, a la suya, un hombre que por sus ideas se
levantó en armas y continuo en pie de lucha siempre, aun cuando Díaz fue
derrocado, siguió peleando por su tierra.
Por el lado contrario a la leyenda rosa
oficial, tenemos una leyenda negra que pone a Villa como lo peor de lo peor,
como un violador, asesino, borracho, psicópata, a diferencia de la versión
idealizada, esta leyenda negra solo existía en libros revisionistas y panfletos
derechistas de escaso valor histórico, nunca sobresalieron.
Hasta ahora.
Siempre ha existido esa campaña de odio
contra Villa, pero es en estos años recientes que se ha normalizado en las
redes sociales, en los medios de comunicación, en las universidades, se ha
vuelto un tema aceptable.
Esto no viene de los círculos de derecha,
viene irónicamente de los círculos de izquierda, pero no la antigua izquierda
que tenía al general como referente, esa izquierda que se enfrentó con armas al
gobierno mexicano en los años de la guerrilla.
Esta nueva izquierda, copia y pega de la
izquierda yanqui, han acusado públicamente al general Villa de violador,
misógino, asesino, racista, homofóbico, dañando sus monumentos, cancelándolo en
twitter, etc.
Imbéciles que no son capaces de tomar un
arma para pelear contra el gobierno, que solo quieren vivir un estilo de vida
como los adolescentes de Netflix, que son una generación conformista que no se
despega de vicios como el streaming, el anime o las drogas.
La campaña de odio anti-villista ha
filtrado las ideas de los autores revisionistas de derecha y los ha presentado
en hilos de twitter y tik toks para que sean más asimilables.
Un podcast cuyo anfitrión es un satanista
de la corriente laveyana, dedico dos programas a esa campaña de odio contra
Villa, siempre poniéndolo como un psicópata y hasta comparándolo con el señor
del bigotito chistoso, pero lo más curioso del caso, es que el anfitrión como
fuente cito a Reidezel Mendoza Soriano, autor chihuahuense que ha escrito
varios libros para “desmitificar” a Villa.
Reidezel es un historiador fuertemente
relacionado al panismo más reaccionario y clerical, siendo critico de toda la
revolución mexicana, se le podría categorizar como un nostálgico del
Porfirismo.
¿Qué une a un panista conservador, un
influencer satanista y los colectivos liberales en su campaña de odio hacia
Villa?
Los unifica lo que defino como el Espíritu
de Polanco, este es el espíritu cosmopolita y mundialista, sería un virus que
contamina todas las ciudades de México.
Cada ciudad y estado tienen su propio
Polanco (por Ejemplo, San Pedro Garza sería el de Nuevo León), es donde vive la
clase acomodada, banqueros, empresarios, políticos, influencers, celebridades e
intelectuales burgueses, es decir todos aquellos a los que el general combatió.
Es el espíritu de las ciudades
cosmopolitas contra el espíritu rural, libre, bandolero de los pueblos del
Norte, que son vistos como barbaros.
Para su campaña de odio tienen fuentes
como testimonios orales de la época pero estos no son fiables y se distorsionan
con el paso del tiempo—vaya si en esta época de redes sociales, algo que
escribes se difunde y se distorsiona con el tiempo o maliciosamente le dan otro
significado, imagínense en esa época—otra cosa es que grupos de bandidos
tomaban el nombre de Villa para cometer asaltos y crímenes, también recurren a notas
periodísticas tanto de la prensa local como de la prensa yanqui, ahora siendo
Villa enemigo del Estado mexicano y de los gringos ¿No es entonces obvio que la
prensa controlada por estos le va a dar mala publicidad? No se necesita ser un
genio para llegar a esa conclusión.
Sobre la matanza de San Pedro de la Cueva
en Sonora que el mismo autor Reidezel Mendoza y otros anti-villistas usan como
carta fuerte, esta ha sido exagerada y de alguna forma mitificada para dejar a
Villa como un genocida, sobre esta ya historiadores como Thomas Naylor en su
libro “Massacre at San Pedro de la Cueva the significance of Pancho Villa
Disastrous Sonora Campaing”, han aclarado mucho del tema, tirando las
exageraciones de los anti-villistas.
Eso por supuesto no quiere decir que nos
apeguemos a la leyenda rosa villista, repetimos que Villa fue un guerrero, un
bárbaro y como tal fue un líder brutal en tiempos brutales, Villa fue comparado
como un Gengis Khan a pequeña escala, fue un gran estratega militar y un hombre
cuyo carisma atrajo a bandoleros y mercenarios de otros países como gringos,
japoneses y europeos a sus filas.
Los mismos alemanes querían hacer una
alianza con el para invadir Estados Unidos, durante la Primera Guerra Mundial,
alianza que no pudo concretarse por desgracia.
Ya en sus últimos años el general fue
asesinado a traición, no pudiendo matarlo de frente en el campo de batalla, se
le mato por la espalda.
Algo similar a lo que ocurrió con Jesse
James, bandolero y rebelde confederado, al no poder matarlo de frente, se
recurrió a un traidor para matarlo por la espalda. Este personaje también ha
sido objeto de su propia leyenda negra.
El carisma del general continua a cien
años de su muerte, sus monumentos siguen de pie, en varios estados del Norte,
siempre a caballo y con un revolver en la mano. Ajenos a su cancelación en
twitter.
¿A quién beneficia esa campaña?
Por supuesto a los enemigos del general,
los empresarios, banqueros y políticos a los que combatió en vida, a los
extranjeros a los que expulso de sus tierras y les arrebato sus propiedades,
esta campaña de odio a través de libros y podcasts cómicos es la venganza de
los antiguos enemigos de Villa.
Quienes “funan” al general son la gente de
ciudades, de las zonas hípsters de estas para ser más específicos, gente
cobarde, drogadicta, gente a la que el general y sus dorados sin duda hubieran
fusilado.
Lo peor de esta campaña es que al funar al
general, se están minimizando los crímenes del Porfiriato, quedando sin
atención y en segundo plano, así un luchador por el pueblo está siendo objeto
de cancelaciones, mientras que el tirano que cometió abusos y crímenes contra
su propio pueblo está siendo libre y hasta respetado.
Se cambia una rebeldía guerrera,
contestataria, viril por una “rebeldía” tipo Netflix que solo sirve para una
causa de moda, funar figuras históricas y después todo vuelve a la normalidad.
Es la venganza del Espíritu de Polanco.
Max
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