El cultivo de plantas siempre resulta ser una actividad gratificante, más aún cuando estas plantas no son solamente ornamentales y te reportan un beneficio, ya sea en forma de alimento o en este caso, en forma de vicio autosustentable para dejar de alimentar a la British Tobacco y sus similares malignas.
Si bien el tabaco no es lo más saludable del mundo, es mil veces más preferible fumarte algo que sabes como se procesó y qué contiene. Nunca sabremos qué son los famosos 5000 aditivos que se le agregan a los cigarrillos Marlboro o las mañas que tengan los que empaquetan los cigarrillos de a 10 pesos la cajetilla que venden afuera del metro Pantitlán.
El tabaco casero únicamente contiene la nicotina que produce la misma planta a partir de lo que tú le agregues (insecticidas, antifúngicos, fertilizantes), sin embargo es posible hacer crecer plantas perfectamente orgánicas y de calidad infinitamente superior a las tabacaleras más famosas. Además que puedes convertirlo en la presentación de tabaco que mejor se acomode a tus intereses y preferencias, como lo es el típico cigarrillo, el puro, o sus variedades sin humo como el tabaco de mascar, el rapé y el snus.
Cultivar tabaco es increíblemente barato, solo requieres unos cuantos materiales:
- Semillas de tabaco de la variedad que más te agrade, en este caso utilizo variedad Virginia.
- Un blíster reciclado de plástico transparente.
- Una maceta grande (< 20 L o de profundidad mayor a los 30 cm).
- Sustrato de tipo peat moss o fibra de coco.
- Agrolita, perlita o vermiculita.
- Tierra negra de jardin.
- Spray de peluquero.
- Pinzas de disección.
Teniendo estos materiales básicos podemos no solo cultivar tabaco sino casi cualquier planta, pues el cultivo por lo general comparte métodos similares, termina siendo una inversión a largo plazo. Dicho lo anterior, comenzamos a cultivar.
Lo primero es conseguir las semillas, se pueden obtener de mercado libre (los vendedores suelen ser unos careros de porquería) o pedirle a un amigo que ya cultive que te regale unas cuantas, pues de cada flor brotan de 30 a 50 semillas perfectamente fértiles.
Por fortuna, el tabaco se autopoliniza, por lo que resulta muy facil de propagar y siempre tener plantas nuevas.
Teniendo en posesión las semillas, se procede a preparar el recipiente donde las vamos a germinar. Por lo general las semillas requieren un ambiente de alta humedad y mucha iluminación durante unas cuatro a seis semanas. Para ello requieres tomar el sustrato peat moss o la fibra de coco y dejarlo remojando toda una noche para que absorba una buena cantidad de agua, tomando un color oscuro.
El sustrato peat moss es musgo de pantano que carece de nutrientes pero retiene mucha humedad, lo que lo hace ideal para germinar cualquier tipo de planta, se consigue facil en cualquier mercado de plantas de tu ciudad, en nuestro caso lo conseguimos en el mercado de Madreselva, en Xochimilco.
Después de reposar el peat moss o la fibra de coco por una noche, se coloca dentro de un blíster transparente, luego espolvoreas las semillas en el sustrato y las humedeces con agua en spray, cierras el blíster y lo dejas en la ventana por un mes, revisándolo una vez por semana a fin de verificar que siga húmedo y que no se le hayan hecho hongos.
Tras un mes, las plantas deberían haber brotado, aunque sean diminutas, de lo contrario tienes que repetir el método, variando la iluminación o la humedad.
Unas semanas después de brotar, las plántulas deberían crecer al tamaño de una moneda de un peso, es en este punto en que se pueden trasplantar a un sustrato más nutritivo para que crezcan más fuertes.
Por lo que preparamos el sustrato final, añadiendo la agrolita o vermiculita, el peat moss y la tierra negra en proporción de 1:2:3, es decir, por cada medida de agrolita, son dos de peat moss y tres de tierra de jardin. En esta mezcla, la agrolita sirve para evitar que el sustrato se compacte y se mantenga poroso y aireado, mientras que la tierra de jardin aporta los nutrientes, especialmente el nitrógeno, que la planta va a requerir para su desarrollo.
Esta mezcla la ponemos en el recipiente final, en mi caso usé una pecera vieja, pero es preferible una maceta o un recipiente que tenga buen drenaje, con el fin de evitar que las raíces se pudran.
Una babosa atacó XD, nada que no se solucione tomándola con las pinzas y sacándola al jardin.
Para trasplantar los mini tabacos se usa la pinza de disección, tomando la planta suavemente por debajo del tallo y sacando la raíz con cuidado (procura hacerlo en un día soleado para que la raíz no sufra por el aire frio) y se colocan en la nueva maceta, enterrando bien la raíz.
Esta maceta entonces se deja en un lugar bien iluminado, o de preferencia con sol indirecto, se riega una vez a la semana y al cabo de unos dos meses la planta debería estar lista para cultivar las primeras hojas.
Para dudas y comentarios contáctame.
Kruttz
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