domingo, 19 de junio de 2022

El padre. Por Hypnos Phobos



«Mis escritos trataban de ti, no hacía más que depositar en ellos los lamentos que no podía depositar en tu pecho».

 — Carta al padre, Franz Kafka.

¿Qué es el padre? ¿Hay una figura paterna dentro de tu vida, querido lector? Definitivamente hay una, si no, no estarías aquí, ¿Cierto? Quizá es la falta de una figura paterna la que te trajo a esta nota en este día en particular.

La verdad es que me hago muchas veces las mismas preguntas que plantee en el párrafo anterior. Muchas veces en la oscuridad de mi cuarto, cuando los vecinos están en silencio, cuando la luz de la luna se refleja con los charcos de lluvia acida, y el silencio de la noche te aplasta, esas son las únicas preguntas que carcomen mi sueño.

Les puedo decir que como a la mayoría de mi generación, he tenido una experiencia decepcionante con las figuras paternas. Pero tener una experiencia decepcionante con las figuras paternas implica que esperaba algo más grande de lo que me fue dado. 

¿Realmente podemos esperar más de las generaciones pasadas, las generaciones que nos metieron al hoyo en el que estamos hoy en día? No creo. A duras penas podemos confiar en ellos, esperar a que hicieran las decisiones correctas es de idiotas. La verdad es que su tiempo ya pasó, la masculinidad del milagro mexicano de mi abuelo y la de mi padre, no caben en este tiempo de pestilencia, guerra y estupidez, esto nos deja en una posición especial, los forjadores del futuro. 

El hombre abandono completamente el espíritu de la espada y el martillo forjadores de hijos fuertes, igual que las madres. Viendo el paradigma, no podemos volver a ese espíritu antiguo, la prosperidad no existe en nuestro futuro, quizá existió en los 40’s y en los 70’s, pero no ahora. 

Podemos ver a nuestro alrededor para observar el mundo de padres débiles: estudia, ve a la universidad, trabaja, ten una familia, compra lo que quieras con tu dinero, ve a terapia, toma los medicamentos, desayuna el jarabe de alta fructuosa de maíz, apoya a mi partido político favorito, “no apoyes a los pinches comunistas de Morena, ¿No vez que AMLO apoya a Maduro?” 

Hazlo con una sonrisa porque “La educación y el trabajo es lo único que te voy a dejar”. Y considérate afortunado si es que si tuviste un padre, la madre soltera es también culpable del ominoso pecado de estar con los peores hombres, la escoria del género. 

Considérate afortunado si no eres un eunuco que solo fue criado para llorar cada vez que algo malo le pasa, y va a los brazos de mamá para mamar teta para dejar de llorar.

Sé que en la mayoría de los que tuvimos o tienen padre hubo un intento, una emulación de crianzas anteriores al siglo XXI, y vale, podemos aceptar que no todo fue malo, hay y había padres que implantaron fuerza y carácter a sus hijos. Pero no es lo suficiente para este tiempo de guerra.

Forjaron trabajadores y jornaleros, en todos nosotros esta ese gen trabajador, ese gen de complacencia para el poder mayor en la oficina, en el trabajo, en la autoridad.

Una figura tan deleznable como la del jornalero que no se queja, que deja que lo aplasten cual cucaracha, que no toma el poder en sus manos para terminar con lo que le aqueja, solo puede ser contrarrestada con una figura como el guerrero o el artesano.

Figuras de creación y de forjamiento, que se valen de la acción o de la belleza para poder moldear su presente a su gusto, un escultor, un boxeador, un pintor, un tirador, un herrero valen más que seis millones de oficinistas y profesionales.   

El futuro, como en todo el Kali-Yuga, parece oscuro, lleno de incertidumbre, pero esto lo escribo para que dejes de pensar en ese gran y malvado futuro, empápate de esas aguas muertas del Kali-Yuga, ahógate en él, sal renovado, sal de las aguas fúnebres como todo un hombre diferente al padre y al abuelo.

O pueden seguir cantando la clásica de Topo Gigio “Como mi papa” mientras una solterona hace un post en el feis sobre como las mamás solteras también hacen el trabajo de los padres.

— Hypnos Phobos

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