Estaba el doctor sentado en su silla de cuero negro reclinable, a su lado, tendido en un sofá color carmín se encontraba el paciente, cuya impaciencia y mirada violenta se tendía hacia los títulos enmarcados de aquella acogedora ofician o consultorio del buen doctor en psicología, o al menos eso pensaba el paciente. De un momento el doctor, Joven de unos 45 años, esbelto, bien vestido y con una voz tenue de amable autoridad dijo:
-Su familia está de verdad preocupada, quiero saber las razones de su comportamiento, qué es lo que piensa, qué es lo que hace en un día común, quiero saber el porqué de tan especial comportamiento. Todos necesitamos ayuda sabe y usted es joven, puede hacer mucho-.
El paciente más joven aún de unos 29 años de edad, desalineado, delgado con ojeras y sin afeitar, con el cabello hecho torbellinos y con ropa sucia, replica:
-La familia, ellos están dementes, dicen qué tengo problemas de ira, qué estoy loco, ¿le parezco un loco? Nunca hecho daño a nadie, ¿sabe algo? Me la sudan todos y todo, pero de lo lindo, me importa una mierda sus vidas, sus problemas y sus apariencias, para hacer daño primero debes involucrarte, incluso así pasa con el amor ¿no? Con todas esas novelas basura y esos programas de pacotilla con actuaciones mediocres, entre actores homosexuales y pseudo actrices prostitutas del medio.
-Está usted muy agresivo, ¿eso es lo que le sucede? Es algo contra el amor, sabe es muy común sentirse miserable por un rompimiento, un desamor o una persona qué nos ha lasti… Interrumpe bruscamente el paciente poniéndose de pie y alejándose, listo para soltar un monologo.
-Por qué siempre ustedes piensan esa basura, porque todo tiene qué ver con la pareja o el amor y si yo tengo un comportamiento digno y lleno de vida o amor creen qué es por la falta de esté, doctor, no creía qué usted miraba esas películas y noveluchas de las qué le mencione, y yo creo que usted las mira porque de otra forma no me diría tal estupidez, ya no vea Netflix, comedias turcas o producciones mexicanas de Omar Chaparro por favor.
-Interesante, dígame una cosa ¿Quiénes son exactamente “ustedes? Dice qué nosotros pensamos.
-Así es a gente “decente” yo diría lunáticos, ustedes de una manera vulgar y con su certificado de mediocridad se dicen normales, claro entre bocanadas de aire puesto qué no pueden hablar por el sobrepeso qué cargan. ¿Eso es sano, doctor, querer suicidarse a base de grasas y azucares refinados? Por qué si no lo es, tiene más del 90% del planeta con tendencias suicidad y usted aquí ocupándose de esté miserable.
-Mire joven, su familia está de verdad preocupada, hablemos de su madre, ¿Cómo se llevaba…
-Ah, no sabía qué usted estaba dentro de la corriente freudiana, siempre es la familia verdad, el padre doctor, o la madre doctor, o los hermanos y los hermanos también representan a la madre y al padre o mi pareja qué también vuelve a ser la madre, o mi jefe qué es mi padre; no se da cuenta del timo señor doctor Usted es todo un erudito, sabrá de sus colegas Giles Deleuze y Félix Guattari:
Observe, ellos como bien sabe estudiaron en su contexto político social de los años sesenta en Francia y el mayo Francés, psicólogos psiquiatras y filósofos, escribieron dos grandes obras: el Anti-Edipo y Mil Mesetas, donde le atribuyeron a esté sistema de basura, al capitalismo pues, el epitome de esquizofrénico, pero sabe algo tienen razón, cuando decían qué la normalización es el encuadre de la producción a través de la familia y más allá de eso, del mito de Edipo, qué es justamente lo que usted está tratando de hacerme, me mete al corral de papa y mama.
-No tenía idea sinceramente, los buscare y en nuestra próxima cita los comentamos…
-Le juro qué no habrá próxima visita, y no los buscara, la vida me ha enseñado qué quien menos investiga son los intelectuales sabe, en cambio un miserable como yo, solo me quedan las letras…
-¿Es por eso qué está tan enojado? Para qué todos lo compadezcan, no sea dramático...
-Pura ideología, sabe la moral, Nietzsche… espero qué a ese si lo conozca sino, creo que la terapia yo se la daré mejor a usted…Nietzsche decía qué todo lo que nos dicen que es bueno en verdad es malo y viceversa y sabe algo… no es para qué me compadezca, tengo hambre joder, tengo sueños rotos, tengo impotencia, no quiero palmadas quiero dinero, un curro cualquiera, en qué puto momento eso se volvió un puto drama, ¿acaso los desnutridos de África son dramáticos?
- Joven L. No va usted a compararse con los niños de África, le recuerdo según yo tiene instrucción y es culto, no está muriendo de hambre y está aquí recibiendo ayuda psicológica por parte de su familia así qué no…
-Las 4 D
-¿cómo dice?
- Así es, ahora vamos a Teoría Política contemporánea, las cuatro D. Según los politólogos Roger Eatwell y Matthew Godwin, las crecientes olas de gobiernos populistas y autoritarios o extremos se debe al voto de la mayoría de la población, la cual, se encuentra con un sentimiento de Destrucción (de valores) Desalineación (ya no se identifican con los políticos) Desconfianza (del futuro y la vida) y Desabastecimiento relativo, está última es la qué quiero rescatar para nuestra charla querido doctor El desabastecimiento relativo es la pequeña miseria de no tener la completitud de nuestras esperanzas, nuestras faltas materiales y sueños rotos, que por mucho qué comparándose con las peores calamidades del mundo sean juego de niños no le quita el dolor al miserable perdedor… y esa es la palabra clave “comparación” joder, doctor Si todos nos comparamos con los niños de África, nadie tendría derecho sufrir en esté horrible mundo y aparte, yo tengo hambre qué me importan los africanos…
El psicólogo qué a estas alturas ya dejo el papel de analista, hace un último intento- Mire, pero lo material no lo es todo.
-Argumento judeocristiano…
-Déjeme hablar
-Lo escucho, dijo apacible el paciente L, quien, en un tono de autoridad, daría pensar
-Lo material no lo es todo- menciona el doctor Tomando un trago de agua y continua- Mire tiene una familia qué lo quiere, ha de tener amigos, sino es buena excusa para hacer unos cuantos, transitar en este mundo hermoso qué está fuera de esta oficina, por cierto, hoy es Noche Buena, debe hoy estar agradecido de respirar. Mire le enseñare algo personal, no porque confié en usted sino por qué mínimo me ha dejado asombrado con su congruencia- El buen doctor saca su celular, de gran gama y muy ancho por cierto y abre su aplicación de Facebook, pasa unas fotos- Mire son mis hijas, jugando con hijas de mis amigos, los conozco desde la facultad, estamos felices y no hay nada de dinero ahí, por ello, joven yo hago esté trabajo, por ellas, por ellos, por esos momentos, qué opina de ello ¿no quiere algo así en su vida?
-Me dio esperanza…
-¿De verdad?
-Claro, esperanza por que quisiera que me contratara como nutricionista, todos están muy obesos, dan asco y se ven feos sinceramente, la felicidad no es belleza ¿Quiere mi opinión?
El doctor, ya molesto y de forma personal, aduce-Vale venga ya.
-Son horribles, es lo peor qué le hizo a esté mundo traer a un par de bastardas más a esta tierra, son estúpidas y lo más seguro es qué se vuelvan unos cuervos o buitres rapaces, lloraran por pequeñeces cuando crezcan y viendo cómo vive, no se preocupe pasaran encima de usted por consentirlas, es una basura, pensé que me enseñaría algún lindo animal o paisaje. La naturaleza, doctor, eso sí qué inspira, la muerte y nacimiento de animales y árboles, sabe, cuando por fin llegue la dulce aniquilación humana, la naturaleza heredara la tierra. Y en el futuro todo está negro, el sol estallara, Ray Brassier, en su libro nihil desatado…
El doctor, interrumpe algo encolerizado al paciente.
-No tomare personal el insulto a mis hijas, pero explíqueme como ha llegado a esa conclusión, y por favor ya no más referencias literarias, ya sabemos qué sabe, no sea engreído…
-No lo hago por usted, me la suda lo que piense, pero he estudiado y reflexionado mucho, no es mi culpa qué lo vea excesivo, y sabe algo más, no parare ahí, le daré mi mejor halago a sus hijas para qué no se moleste
-No estoy molesto…
-Ahora déjeme hablar a mí y a decirle lo que pienso.
-Continúe.
-Pienso qué quiero patearlas y azotarlas, o en el mejor de los casos, quitarlas de mi vista con un fuete o una ametralladora...
-¿Eso es amable? Sabe qué usted es un sociópata…
-Calma doctor, no he terminado, no lo haría gratis si me pagaran alguna mierda o a cambio de agredir a un niño me dieran una hermosa oficina como la suya lo haría sin pensar, en cuanto a usted y sus amigos me dan lastima, unos desquiciados., ¿para qué mierda quiero ser normal, engordar y pasarla tarde fingiendo qué me importan esas larvas jugando, mientras hablo de sillas y mesas con otros pendejos como usted? Aparte está charla es más interesante créame, discutir, insultarse es sobrecogedor. No se sonroje es un halago- El doctor un poco aturdido pregunta como si un niño curioso se tratase- ¿Un halago? ¡por dios! En qué mundo eso es un halago.
- Lo es doctor mire, no puedo dejar de verlo como un imbécil, ¿Cómo es posible qué crea aún en el humanismo cuando usted también ha tenido sueños rotos, como todo humano? Es un halago por qué es lo que su mayor y más íntimo amigo se lo diría, es lo que su propia madre le diría incluso, es más, la única diferencia entre yo y los cerdos de su foto es que yo no le estoy mintiendo, desde ese punto de vista soy más amable qué nadie en el mundo.
-Por eso decía qué usted está lleno de amor y dignidad.
-De hecho, y es más, si no me cree solo espere a ver una complicación, solo hay dos resultados posibles, harán lo que dije, no la ametralladora y el desollamiento, son solo palabras de inconformidad y para echarnos unas risas, harán algo peor esos amigos qué dice, lo van a traicionar y dejar solo y ninguna reunión, baby shower o platicas de mesas y sillas, harán lo contrario.
-¿Cuál es el segundo resultado?
-Le ayudaran y a cambio tendrán su alma, querrán qué haga una puta mezquita, o una mamada así, o querrán qué coma su caca, ojalá sea eso, pues créame preferirá eso que escuchar en todas las fiestas como fue ayudado. ¿Así son los amigos o no?
- ¿A qué se refiere con platicas de mesa y sillas? Y no cite más autores de favor.
-Está de suerte, pero de lo lindo querido doctor es una teoría mía, las pláticas frívolas, ustedes solo hablan de autos, tenis, compras y deudas, da igual si son celulares, comida, mesas o sillas… y si se lo pregunta claro fue por qué presencia ya más de una vez ese tipo de conversaciones.
- Sabe algo, usted es claramente un desquiciado, le informare al hospital mental más cercano, y tenía razón es nuestra última cita, estará usted en un manicomio por el resto de sus días.
-Los locos, los perros y los vagabundos heredaran la tierra, ellos son dios, son la divinidad y el superhombre, así sea doctor Feliz Navidad.
El doctor salió molesto y conmocionado, paso por unos últimos regalos para el intercambio de hoy con sus amigos de más de 15 años, y unos dulces para sus ahijados. Al llegar estaban todos, una pareja de amigos qué ya llevaban casados, casi el mismo tiempo qué él le dijeron. -Jaime, como es que trabajaste hoy, eso no es de dios eh, de verdad ya estas casi chupado de tanto trabajar, mejor come, venga come qué se enfría, ah te creas, antes un brindis- Pero el doctor sonrío está vez de forma hipócrita, ya no podía verlos igual, donde antes eran risas ahora veía agresión.
En fin, la velada iba de lo mejor cuando sus hijas gritaron llorando -Papa, papa, Iker nos asustó con su celular, nos puso un video feo- llorando, y gritando de forma histérica el doctor, grito encolerizado -¡Iker ven para acá!- Iván, amigo del doctor desde la facultad, ya algo ebrio, al escuchar qué le gritaron a su bendición, responde- Cálmate Jaime, ni hizo nada y aparte tus hijas también se llevan con el- El doctor, consternado, comenzó a diluirse en aquella escena, tras la cual se agregó su esposa a discutir. Simplemente dejo a ellos discutiendo, y salió con las llaves del auto afuera. Nadie se preguntó a donde iba.
El doctor, consternado y pensativo, comenzó a creer qué aquel malnacido paciente de la mañana tenía razón. Se paró en la primera librería que encontró aún abierta.
-Me puede dar el libro “El Anti-Edipo” por favor- dijo como sonámbulo al vendedor de la librería.
Mientras despachaban su pedido, sacó su celular y escribió, dos mensajes:
-Ana, llego más tarde a casa, me sentí mal, así qué estaré leyendo en mi alcoba no te preocupes estoy bien. Te amo y un beso a las niñas.
El segundo mensaje:
Familia L, soy el Dr. Hoffman, espero estén bien está navidad, sin embargo, debo avisarles, estoy dispuesto a dar el alta por escrito del joven L. La razón es qué no está mal, no está loco, es más, es el único cuerdo de todos nosotros.
Hagen Negro
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