miércoles, 15 de junio de 2022

El centauro del norte. De bandolero y revolucionario a ser un alma que ayuda a los más necesitados. Por La Madriguera del Tlacuache

Doroteo Arango Arámbula, más conocido como Pancho Villa, nombre que adoptó del líder de la banda cuando era un bandolero de ganado allá en Durango y que uso como nombre para darse a conocer cuando lo invitaron a la Revolución por parte de Francisco I. Madero.

Desde muy joven fue incitado a ser violento como lo son hoy en día los jóvenes de México, que viviendo la precariedad del país, donde los ricos vivían en gozo y el pobre tenia que ser explotado, sufrir a tal punto que tenia que robar comida, violado, ultrajado, sufriendo las peores humillaciones por parte del dueño de la hacienda o el gobierno, pues no éramos mas que simples peones, peor que mierda y a lado de un perro era mas valioso el perro que nosotros.

Los tiempos no han cambiado desde que Villa era niño hasta ahora, han obligado, como les he mencionado antes, a que el infante sea una maquina de violencia, pues fue obligado a dispararle a su patrón en defensa de su propia hermana ya que intentaba violarla, después de eso no se tiene registro alguno, algunas personas teorizan que se fue a esconder a la sierra donde conoció la vida de bandolero de ganado, donde robaba a los hacendados y ayudaba a los pobres, muchas personas tienen a Villa como el Robin Hood mexicano pues no había violencia contra los pobres y solo cometía los delitos contra los hacendados ricos de ese tiempo.

Después de ganarse una reputación y ser muy conocido, Francisco I. Madero decidió invitarlo a la Revolución con la ilusión de que ayudaría al pueblo, pues aunque ya lo ayudaba no parecía avanzar, Madero motivó a Villa a que se uniera a la causa. Entraría a la guerra y empezaría a reunir a gente del pueblo para su movimiento, conocido como: DIVISION DEL NORTE donde también tendría una guardia especial llamada: LOS DORADOS que eran poco menos de cinco mil hombres a lado de Villa con los que tomaba territorios que estaban ocupados por el gobierno, liberando pueblos y ayudando a la gente, para él era tan grande su lucha que nunca ejecutó a padres y maestros pues para él, la enseñanza a los niños era mas importante que cualquier cosa, pues ellos eran el futuro de México y ellos a su vez, podrían crear a niños mas fuertes e inteligentes.

Por los mismos años, en un escondido pueblo llamado Espinazo, Nuevo Leon, se apareció un ángel joven, que con sus manos y la ayuda de Dios curaba el cáncer, el lepra, ayudaba al ciego a ver, al invalido a caminar y que incluso curó al presidente en turno; era un niño que no crecía a pesar del tiempo y que admiraba la fortaleza de Villa y lo que hacia por la gente, admirando al general, siempre lo cuidó y lo ayudó desde su estado Nuevo león.

Cuando este niño falleció, por gracia de Dios se convirtió en un intermediario del mismo, de forma similar a un santo, que, al igual que estos, suele ayudar a la gente. 

Se piensa que cuando Villa murió, el niño Fidencio a habló con el [en espíritu] para sumarlo a su causa y seguir auxiliando al pueblo pero ésta vez por medio de Dios y de la fe, y, aceptando alegremente, ellos siguen un camino largo desde entonces, pues estas almas que ayudaron en el pasado siguen ayudando actualmente en el pueblo de Espinazo, Nuevo Leon, donde algunos creyentes dicen que es difícil entrar si no tienes fe y que si la tienes te ponen a prueba para saber si eres digno.

Hoy rondan varios videos de estas historias sobre Villa, el niño Fidencio, la niña Aurorita, santos y brujos que hacen mágico a México.


Al igual que las brujas de Catemaco, las “cajitas” como se hace llamar la gente que trabaja con ellos, hacen sus trabajos para ayudar al prójimo para su bienestar y que pueda seguir viviendo en paz pero solo esto son cosas que cuenta la gente del pueblo, pero puedes visitar Espinazo Nuevo Leon y comprobar si es verdad o mentira.

La Madriguera del Tlacuache

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