miércoles, 29 de junio de 2022

Selección natural. Por Máximo Heilner

 

Para el desarrollo de esta minificción me inspiré en ideas de Stirner y Nietzsche (más que nada de este último).

Consideren esto como una interpretación personal del superhombre.

En un hogar de buenos deseos nació un ser sensible; con una atracción latente por lo chusco, pero anteponiendo la prudencia. Cosa que falló una vez… la primera y última.

Se acercó a lo árido, bajo la luna, sin un refugio cerca, contaba solamente con sus ansias de explorar. Renegar su inocencia resultó trágico, una fiera no se molestó en devorarlo.

Entornos hostiles y ásperos, crueldad visible desde el horizonte, el depredador: una criatura inigualable, impulsiva, engañosa.

La fiera, durante un atardecer, observó atónito a una flor marchitándose, recordando una experiencia tétrica. Un cazador se aproximó, sujetó su escopeta y disparó fríamente. El varón sonrió como nunca antes, contradiciendo su aspecto sombrío.

Antes de desvanecerse, dijo un pensamiento en voz alta:

El hombre, el sí-mismo, no es presa.

El hombre domina a la bestia.

¿Qué o quién domina al hombre?

-Máximo Heilner

1 comentario:

  1. Está muy bien y acertado, básicamente ese hombre, ese superhombre, es un marcado por Caín, piénsese en eso cuando a uno le llamen peculiar o raro...

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